Tras la muerte del señor Dashwood, su esposa y sus tres hijas, Elinor, Marianne y la pequeña Margaret, deben abandonar sus posesiones en Norland. Estas propiedades serán heredadas por el hijo mayor del señor Dashwood, producto de una anterior relación del difunto. La viuda y las tres huérfanas son acogidas por familiares en Barton Cottage, donde deberán aprender a vivir en condiciones modestas, en relación a las que conocieron en vida del señor Dashwood.